martes, 25 de septiembre de 2012

Fidelidad

Muchos cristianos son como los corredores de carreras cortas: Se involucran, sirven por un tiempo con todas sus energías, pero luego entran en la jubilación espiritual. Dios busca corredores de maratón, es decir, atletas capaces de correr largas distancias. Primera Corintios 4:2 dice: “Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel”. La dedicación espiritual a largo plazo es maravillosa. Un hermano que andaba en sus ochenta años me dijo:


“¿Podría usted predicar un poco más despacio? Tengo algunas dificultades en seguirle y tomar notas”. ¡Eso me gusta! ¡Tiene más de ochenta años y todavía sigue tomando notas de los sermones! Todavía está entusiasmado con la Palabra, la vida de Dios y la iglesia. Es fiel con el ministerio. No se ha aflojado en su compromiso con Dios. Los creyentes que han enseñado, discipulado y servido a otros durante años son los auténticos incondicionales de la fe.

 En 2 Timoteo 4:6-7 Pablo dice: “Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”. Estaba diciendo: “Puedo morir ahora; acabé. He terminado la tarea que Dios me encomendó. He peleado la batalla y he guardado la fe”.

 Es triste cuando vemos a un cristiano de muchos años volverse indiferente en cuanto a su compromiso con Dios. A veces observamos que eso también les ocurre a predicadores, maestros y otros obreros cristianos. Se llenan de amargura y se centran en sí mismos. Por el contrario, es bellísimo ver a un creyente hacerse mayor y continuar en una vida de servicio fiel.
 No todos en la Grace Community Church asisten fielmente. A veces cuando mi esposa y yo vamos a una tienda, alguien se acerca a nosotros y me dice:
 
 >  Yo le conozco. Usted es John MacArthur. Yo voy a su iglesia.
 Suelo decir:
 >  ¡Qué estupendo! No le he visto antes. ¿Estaba usted en el templo el último domingo?
 A menudo escucho:
 >  No, no fui al templo el pasado domingo. Llevo un poco de tiempo que no voy. Pero me gusta mucho la Grace Community Church.
 Me entristece cuando las personas solo acuden al templo cuando es conveniente para ellas. Un cristiano fiel siempre tiene como una prioridad el adorar, servir y orar sin cesar. Es triste cuando los creyentes se distraen con otras cosas y no mantienen sus prioridades correctamente.
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Extracto del libro, “El plan del Señor para la iglesia” escrito por el Pastor John MacArthur y publicado por Editorial Portavoz.
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