Jesucristo fue grande, porque ni el complot de
los líderes como sacerdotes, fariseos, escribas, ancianos, pudieron
contra el amor del Señor y su plan de redención. Judas el traidor,
“devolvió arrepentido las 30 piezas de plata”, reconociendo: “Yo he
pecado entregando sangre inocente”.
Jesucristo es grande, porque ni las acusaciones de los malvados
religiosos ni la entrevista de Pilato, pusilánime de carácter, quien se
dejó llevar por la chusma contratada por los líderes religiosos, pudo
contra el carácter y plan de salvación de Cristo, quien decidió dar su
vida por usted amigo, pecador.
Jesucristo fue y es grande, porque no tuvo odio al pueblo que eligió a
Barrabás un vil delincuente subversivo al imperio. Ni los azotes,
golpes, burlas, ni la crucifixión, pudieron contra Él, porque sufrió y
murió por ti.
Hubo hechos sobrenaturales: El velo de tela gruesa se
rasgó en dos; la tierra tembló, las rocas se partieron, los sepulcros
se abrieron y gente revivió...
Jesucristo fue y es grande pues fue sepultado como rey, en el sepulcro
del rico José de Arimatea, que aseguraron con una gran roca y guardias,
pero el Señor resucitó y apareció a las mujeres y luego a los
discípulos.
También hubo hechos extraordinarios: Un gran terremoto, un
Ángel bajó del cielo, y removió la roca y a pesar del soborno de los
religiosos a los guardias, el Señor resucitó y esta vivo. Cristo Vive.
Aleluya.
El Señor nos dejó una gran comisión. “Vayan, pues, a las gentes de
todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo
lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes
todos los días, hasta el fin del mundo”. Mateo 28:19-20
El desafío de la Iglesia Evangélica, es el de proclamar que hay perdón
para todo aquel que se arrepienta y reconozca que Jesucristo es el
Señor. Más de 3 mil millones de personas necesitan oir y leer la
Biblia, y tener a Cristo en su corazón. Por esto, es vital que ores e
inviertas para cambiar vidas en el poder del Espíritu Santo.
¿Jesús es el Señor y Salvador de tu vida? Pida perdón y reciba la salvación...