martes, 6 de noviembre de 2012

SIRVA AL SEÑOR EN EL REINO DE VIDA - Marcos 8-9


Jesucristo, siempre tuvo sensibilidad, compasión por el pobre y marginado por eso hizo el milagro de la comida con 7 panes y alimentó a más de 4 mil personas. Esto me enseña a servir al necesitado, para la gloria de Dios. La gente incrédula, como los fariseos y enemigos Cristo, piden señales. La mayor señal es el Señor, quien dividió la historia y vino a salvar al pecador. Aquí vemos la levadura de los fariseos, porque eran ciegos al poder divino, por esto, “No hay peor ciego que aquel que no quiera ver”. Luego Cristo sanó a un ciego en Betsaida, para luego salir a servir a las aldeas y Pedro confiesa a Jesús como el Cristo, como el Mesías.

Es interesante que el Señor por dos ocasiones predice su muerte, y a Pedro lo reprende porque se dejó usar por Satanás para impedir que muera y reta a sus discípulos a tomar su cruz, morir por su causa y testificar de Él.

Posteriormente, Jesús, en Marcos 9:3s “allí se transfiguró en presencia de ellos;  su rostro resplandeció como el sol,  y su ropa se volvió blanca, mejor que la lavandería. En esto,  se les aparecieron Moisés y Elías conversando con Jesús”. Sobresale la declaración de Dios: “Este es mi Hijo amado; a él oíd” Marcos 9:7 ¿Se complace Dios, de nuestra vida?  

El Señor sanó a un joven endemoniado, se cree que fue epiléptico; y anima a tener fe como un grano de mostaza. ¿Tienes fe chica, en un gran Dios? Jesús anuncia su muerte y muestra que es profeta, y es Dios, porque era omnisciente, conocía que pez tenía las monedas para pagar el impuesto. Jesucristo dio muestra de venir al mundo a servir a la gente y no ha ser servido, el mayor es el que sirve, el que echa demonios en su nombre y mantener su integridad y poner restricciones contra el pecado. Enfatiza el tema del infierno, “donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga”.  El Señor nos desafía a servir en el Reino de Dios, que es el reino de vida actual.

¿Es miembro del Reino de Dios? Si no es, pida perdón al Señor, arrepentido de sus pecados y haga a Jesús el Señor y Salvador para ser miembro de este Reino de vida.