sábado, 29 de septiembre de 2012
PUNTOS DE CHARLA ACERCA DEL LIBRO DE APOCALIPSIS - parte 2
P. Me intimida el libro de Apocalipsis. ¿Cómo puedo empezar a enfocarlo?
R. Como remate de la Palabra revelada de Dios, es importante que estudiemos el libro de Apocalipsis con humildad, balanceando una interpretación sobria con una aplicación práctica de sus verdades inmutables. Antes de embarcarnos en una búsqueda que compite con cualquiera que se nos ofrece en la mera literatura o películas, necesitamos unos pocos recordatorios prácticos para guardarnos en contra de los extremos.
Primero, debemos esperar lo inusual. El libro de Apocalipsis es diferente a los demás libros de la Biblia. Aunque algunos libros, como Ezequiel, Zacarías y Daniel, tienen elementos simbólicos y visionarios similares, nada se compara a lo que hallamos en Apocalipsis. Se nos bombardea con vocabulario y símbolos en un estilo que a menudo nos desorienta. No se preocupe; ¡está bien! Cuando llegue a cosas que no tiene sentido al principio, usted está en buena compañía.
Segundo, debemos refrenar nuestra imaginación. Apocalipsis tiene mucho que es simbólico, y algunos quieren imponer algún tipo de interpretación en cada detalle del libro. Debemos abrazar las cosas que se nos interpretan con claridad, bien sea en Apocalipsis mismo, o en otras partes de la Biblia, y contentarnos con la indecisión o incertidumbre respecto a símbolos que no son claros. No nos corresponde tomar el lenguaje figurado que el Espíritu Santo inspiró e interpretarlo como se nos antoje (2 Pedro 1:20). La Biblia se interpreta a sí misma conforme comparamos pasaje bíblico con pasaje bíblico. Dado este método de interpretación, incluso el lenguaje figurado se debe tratar en forma literal. Es decir, una vez que entendemos lo que representa el lenguaje figurado, debemos entender su significado en forma lateral. De otra manera, el propósito entero de la literatura apocalíptica permanece impráctico.
Tercero, debemos seguir los métodos normales de estudio bíblico de observación (“¿Qué dice?”), interpretación (“¿Qué quiere decir?”), correlación (“¿Cómo encaja?”), y aplicación (“¿Cómo funciona?”). Cuando se trata de Apocalipsis, a veces tenemos que reprimir nuestra curiosidad y quedarnos satisfechos con: “¿Qué dice?” Ciertos elementos de las visiones de Juan fueron incomprensibles incluso para su propia mente (Apocalipsis 7:13-14). Muchas veces podemos comprender lo que un pasaje quiere decir basándonos en el contexto, una comparación con otros pasajes bíblicos, y una interpretación dentro del mismo libro de Apocalipsis. Una vez que entendemos el significado apropiado, podemos aplicar su verdad a nuestra situación. A veces la aplicación será muy concreta y personal. Otras veces será más teológica y general. De cualquier manera, debemos estar listos para que las visiones de Apocalipsis nos cambien; y no simplemente comprenderlas.
Tomado de Revelation—Unveiling
the End, Act 1: The Heavenly Stage Bible Companion (Plano, Tex.: IFL
Publishing House, 2006), 1011.
PUNTOS DE CHARLA ACERCA DEL LIBRO DE APOCALIPSIS - parte 1
¿Por qué debo estudiar el libro de Apocalipsis? ¿Es en realidad pertinente para mi vida?
R. Primero, la Palabra de Dios es un mapa confiable y no tiene errores.
Sin que importe lo difícil que sea captar las aturdidoras visiones que se
presentan en Apocalipsis, no debemos olvidar que es parte de la Palabra de
Dios. Como tal, incluye una bendición inherente el simplemente leer, oír y
guardar las cosas que sí entendemos. Si captamos por lo menos el
cuadro en grande del libro y su verdad, no necesitamos perturbarnos o
confundirnos por los detalles.
Segundo, el plan soberano de Dios da esperanza en lugar del temor. Hay
personas por todo el mundo que viven bajo la superstición, el temor de lo
desconocido, aprehensión por el futuro, y un abrumador sentimiento de que todo
el mundo está fuera de control. Las guerras, hambrunas, enfermedades, desastres
naturales, todas estas tragedias parece ser evidencia de que el caos reina. Sin
embargo, Apocalipsis muestra que Dios está ejecutando su plan soberano, que un
día el mal será destruido, ¡y que al final Dios gana! El conocimiento de esta
verdad fundamental reemplaza el temor y nos da esperanza y confianza.
Tercero, el Hijo glorioso de Dios es digno de adoración. Como seres humanos, escogemos confiar en muchas cosas y ponemos confianza en varias personas. Apocalipsis nos dice que sólo hay Uno digno de ser objeto de nuestra fe completa e indivisa: el Hijo encarnado de Dios, Jesucristo. Él es el centro de nuestra adoración, el enfoque de nuestra obediencia, y fuente de nuestra bendición, tanto ahora como para el futuro.
Tomado de Revelation—Unveiling
the End, Act 1: The Heavenly Stage Bible Companion (Plano, Tex.: IFL
Publishing House, 2006), 4.
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