El versículo de hoy muestra que, aunque Pablo estaba bajo arresto
domiciliario "en una casa alquilada", siguió predicando. A pesar de las
circunstancias, Pablo siguió haciendo lo que se le había llamado a
hacer.
Tal vez usted esté pensand No puedo ir y predicar el evangelio. No puedo ser evangelista, ni maestro bíblico. Estoy atado a mi trabajo.
Pero no importa si usted está encadenado a un escritorio, a una línea
de montaje en una fábrica, a un aula, a un vehículo o a un puesto de
vendedor; todo eso brinda oportunidades de predicar el evangelio. Cuanto
peor es su confinamiento, tanto mayor es la oportunidad de brillar con
una vida de santidad.
A menudo me dicen lo difícil que es dar testimonio en el centro
laboral. Mi respuesta es que por lo general es más difícil dar
testimonio en condiciones ideales que en una situación más difícil. Se
debe a que en las situaciones difíciles la realidad de una vida
transformada es más patente, y eso no puede menos que impresionar a
quienes no la han experimentado.