miércoles, 17 de octubre de 2012

“En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra Ti” (Salmo 119:11).

El hogar es un buen lugar para la Biblia. Las manos son un buen lugar, a su vez. No obstante, les afirmo, el corazón y la cabeza son los mejores lugares donde guardar la Biblia. Se ha preguntado alguna vez: “¿Por qué siempre accedo cuando surge la tentación? ¿Por qué no puedo ser un vencedor? ¿Dónde está mi victoria?” Bueno, permítame preguntarle: ¿Cuánto tiempo invierte usted leyendo, meditando y estudiando la Palabra de Dios?

Le desafiamos esta semana. Por cada hora que usted pasa viendo televisión, pase una hora leyendo la Biblia. Por cada hora que hace ejercicio en el gimnasio, pase una hora en la Biblia. Luego, escríbanos y cuéntenos qué diferencia Dios ha hecho en su vida.