El Señor sanó y sirvió a la gente. Toca temas
tabú, como el infierno, un lugar de tormento eterno para el que rechazó
a Cristo; no hay purgatorio ni limbo. Jesús amó e invitó a los niños a
ir a Él, porque “de los tales es el reino de Dios”.
Confrontó al joven
rico, un teórico de la ley y la vida, porque al ser desafiado no quiso
dejar sus riquezas. ¿Sirve a Dios con su dinero?
El propósito primordial de las palabras de Jesús no es legislar
sobre el matrimonio, ni condenar el divorcio. Su intención es
advertirnos sobre las causas e implicaciones de una tremenda tragedia
social. En fin, este texto confronta el legalismo tanto del ‘permisivo’
como del ‘restrictivo’.
Jesús vino a señalar el camino del reino. En
Palabras de Pagura: Porque atacó a ambiciosos mercaderes y denunció la
maldad e hipocresía; porque exaltó a los niños, las mujeres, y rechazó
a los que de orgullo ardían. Por eso es que hoy tenemos esperanza.
(Cook-Foulkes.CBH.1990)Jesús ratifica que, El vino a servir, que es más grande el servidor.
Sanó por misericordia al ciego Bartimeo. ¿Es Jesús su Señor?En Marcos 11, observamos al Señor Jesucristo que entra humildemente a
Jerusalén, como el Rey de los judíos, pero montado en un pollino, es
loado y alabado. Luego, al ver la higuera con hojas pero sin fruto, la
deja estéril, al dejarla seca les enseña a tener fe al orar, al actuar
y al perdonar.
Un lunes, se indignó el Señor al echar las mesas de los cambistas,
dice: “Mi casa será llamada casa de oración, para todas las naciones,
pero vosotros la habéis hecho cueva de ladrones” (Marcos 11:17) El
Señor actuó así, porque los líderes religiosos aceptaron como
sacrificio a Dios, el cordero que sólo ellos vendían, y hacían de la
religión un “modus vivendis” de lucro.
Jesús con mucha sabiduría enfrenta a los líderes religiosos ante la
pregunta ¿Con qué autoridad hacía las cosas? Esto por lo que hizo en el
templo... El Señor nos enseña a ser sabios ante los impíos.
Podemos servir al orar, visitar, consolar al que sufre, o dar de comer al que tiene hambre y testificar y guiar a confiar en Jesús al no creyente.