Vea Hechos 9:10-19
No importa lo que usted haya hecho, nadie está más allá de la
esperanza. Esa es la gran esperanza del mensaje cristiano. Ninguna
cantidad o magnitud de pecado que haya en su pasado podrá ganarle a la
gracia de Dios. Si pone en duda esto, recuerde a Saulo, el sanguinario
fariseo de Tarso. Cuando el Señor lo salvó, no lo puso en libertad
condicional. Eso hicieron los otros discípulos, pero Dios no. Él le dio a
Saulo un nuevo nombre y también lo convirtió en una nueva criatura.
¡Eso es lo que hace maravillosa a la gracia!
Aunque usted tenga
un pasado deshonroso, puede encontrar un nuevo comienzo con Dios. Esto
es lo que siempre he dicho a largo de mi ministerio. Nunca es demasiado
tarde para comenzar a hacer lo correcto. Cuando Saulo se arrodilló
delante del Dios vivo, finalmente enfrentó la realidad de su pecado.
Dios hizo en él una transformación profunda, y comenzó a hacer lo
correcto. Es que la gracia da ese nuevo comienzo.