¿Alguna vez usted ha escrito las
metas dadas por Dios para evitar que flote a la deriva? Sin metas, usted
es una nave sin timón, sin compás, sin vela y sin ancla. ¿Qué tipo de
nave es ésa? Una condenada y rumbo al fracaso.
La mayoría de las personas no planifican fracasar. Ellas simplemente no planifican.
¿Cómo puede usted saber si su meta proviene de Dios o no?
Primero, ¿ha orado acerca de ésta y le ha pedido a Dios su bendición?
Segundo, ¿crea ésta en usted suficiente entusiasmo espiritual y ánimo para verla cumplirse?
Tercero, ¿exige lo mejor de usted?
Cuarto, ¿toca toda área de su vida? No existe ninguna área de su vida que está fuera de los límites de Dios.
Primero, ¿ha orado acerca de ésta y le ha pedido a Dios su bendición?
Segundo, ¿crea ésta en usted suficiente entusiasmo espiritual y ánimo para verla cumplirse?
Tercero, ¿exige lo mejor de usted?
Cuarto, ¿toca toda área de su vida? No existe ninguna área de su vida que está fuera de los límites de Dios.
Le motivamos a tomar algún
tiempo; es hora de anotar algunas metas e incluso una declaración de la
misión enfocada en las siguientes áreas de su vida: espiritual, física,
intelectual, financiera y su trato con otros.