martes, 20 de noviembre de 2012

¿QUIERES TENER LUZ Y VIDA? Juan 11-12

Para tener luz y vida, hay que recibir a Jesús como Salvador. En Juan 11:25 “Entonces Jesús le dijo: -Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás ¿Crees esto?”. La palabra vida sobresale mucho en Juan: Jesús es el pan de vida; Él es el camino, la verdad y la vida, además, es la resurrección y la vida, y en Él hay vida en abundancia.

Jesús impartía vida. Ahora Lázaro el amigo de Jesús, había muerto, El Señor no va inmediatamente a la familia, sino espera, hasta manifestar la gloria de Dios. Marta la hermana de Lázaro le reclama, si él hubiera estado no habría muerto su hermano. Jesús lloró con ellos. El Señor ordenó que quiten la piedra, oró a Dios y gritó: Lázaro, sal fuera, y salió y volvió a la vida. Muchos creyeron en Jesús, otros buscaron matarlo.

María ungió a Jesús con un perfume caro, el ladrón Judas objetó esto, pero el Señor le dijo que a Él no siempre lo tendrán. Posteriormente el Señor triunfalmente entra a Jerusalén, predijo su muerte, los judíos son incrédulos; y el Señor sirve a sus discípulos.

Jesús dice: “Yo,  la luz, he venido al mundo,  para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas... El que me rechaza y no recibe mis palabras,  tiene quien lo juzgue:  la palabra que he hablado,  ella lo juzgará en el día final. Juan 12:46,48.  

Por lo tanto, busque al Señor, pídale perdón, obtenga la vida eterna ahora y adórele solamente a Él. Hace muchos años, mi vida era vacía, sin Dios, sin paz y sin esperanza, estaba muerto en mis delitos y pecados, el Señor tocó mi alma y me dio vida eterna. Ahora amigo(a) le toca usted, deje que el Señor le llene de luz, y lo saque de las tinieblas, para que alumbre y guíe a otros.  Por eso, le invito a que ore mucho por nosotros, invierta en este Ministerio, para rescatar a los ciegos y esclavos del pecado para Cristo.  Escríbame para orientarle en la vida cristiana y familiar.

Era esclavo del pecado y el Señor me libró, perdonó y dio vida eterna, al recibir a Cristo como Salvador. Ahora da tiempo para orar, buscar a Dios y servirle al consolar y guiar a perdido a Jesús. Es vital que ore por nosotros.