lunes, 26 de noviembre de 2012

HAY QUE PREDICAR CON UN PROPÓSITO - Juan 19-21

El Evangelio proclama que Jesucristo nació, vivió y murió sin pecado, para rescatar al más vil pecador para que crea y tenga vida eterna en Dios.
“Pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo,  el Hijo de Dios,  y para que al creer en su nombre tengan vida” Juan 20:31

Jesucristo dio cátedra, desde la cruz, mientras los soldados se repartieron el botín de las vestiduras; el Señor citó la Escritura y consoló a su madre y a su discípulo amado. Él tuvo sed, pero le dieron a beber vinagre. Jesús dice: “Todo está cumplido” y murió por el pecado humano.  Unos soldados al ver muerto al Señor, no le quebraron las piernas, sino que le abren el costado; sale agua y sangre. Se cumplió la Escritura: “No le quebrarán ningún hueso”. Luego Jesús es sepultado en la tumba de José de Arimatea.

En forma deliberada y precisa puso a su misión como modelo para la nuestra. Ahora nos envía a nosotros, así como el Padre lo había enviado a él.  Jesús alimentó bocas hambrientas y lavó pies sucios; sanó a los enfermos, consoló a los tristes y hasta volvió muertos a la vida. Por ello la nuestra, como la de él, ha de ser una misión de servicio. Se vació de su propio estatus y tomó la forma de siervo, y su humilde sentir ha de estar con nosotros. (Stott. La Misión Cristiana Hoy. 1977)

El Señor Jesucristo, venció a la muerte y forma extraordinaria, resucitó de entre los muertos. Las mujeres lo buscaron en el sepulcro y se les apareció primero a María y luego a sus discípulos quienes dudaron; especialmente Tomás, a quien el Señor lo hizo tocar sus manos y su costado y le dijo: “No seas incrédulo, sino hombre de fe”. También hizo que tiraran la red a la derecha de la barca y pescaron una gran cantidad de peces, enseñándoles a confiar en él. Reafirmó a Pedro en su confesión y le encarga las ovejas de Israel, pero no su Iglesia Universal; el Señor no fundó ninguna religión.

Le he contado a vecinos y familiares, que el Evangelio consiste en creer en Jesucristo, y a los creyentes he confirmado que creer en Jesús como Señor y Salvador, es vital si va acompañado con buen testimonio.

Al invertir y orar apoya a La Biblia Dice, para predicar la fe en Jesús. Escríbame para guiarle en su crecimiento con el Señor.