miércoles, 19 de diciembre de 2012

UN MENSAJE DE GRACIA (Mateo 1:21)

Usted pudiera pasar por alto la genealogía cuando lea en voz alta la historia de la Navidad. Pero no pase por alto su mensaje de gracia, que después de todo es el corazón de la historia de la Navidad: En su misericordia, Dios haciendo por los pecadores lo que ellos no pueden hacer para sí mismos, reparando vidas quebrantadas y restaurando esperanzas frustradas. Por eso Él vino: para salvar a su pueblo de sus pecados (Mt. 1:21).

He aquí la mejor parte: “La misma gracia que fue evidente en la genealogía está vigente hoy, y el mismo Jesucristo está salvando a su pueblo de sus pecados”. Ningún pecado, sin que importe cuán horrendo sea, pone a los pecadores fuera de su alcance. “Puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos” (He. 7:25).

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