domingo, 28 de octubre de 2012

LA FE EN JESÚS, ANTE LA MUERTE Y LOS MILAGROS - Mateo 14-15

La muerte de una persona querida, siempre trae tristeza y pérdida; el caso de Juan el Bautista al decir la verdad; fue decapitado por Herodes el Tetrarca, quien se divorció de su esposa para casarse con su cuñada y sobrina. Jesús fue prudente, se apartó a meditar en el desierto. “Y mandó a la gente que se sentara sobre la hierba.  Tomó los cinco panes y los dos pescados y,  mirando al cielo,  los bendijo.  Luego partió los panes y se los dio a los discípulos,  quienes los repartieron a la gente. Todos comieron hasta quedar satisfechos,  y los discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos que sobraron. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres,  sin contar a las mujeres y a los niños”. Mateo 14:19-21

El milagro de Jesucristo fue un acto sobrenatural, fuera de la lógica del ser humano; no fue para exhibirse, para buscar aplausos, sino para servir a la gente con hambre. Esto nos enseña que los milagros son para servir, para tener compasión por los pobres y dar la Gloria a Dios.

Otro milagro fue caminar sobre las aguas del mar, Pedro lo intentó pero su duda lo ahogó y el Señor lo rescató, para exhortarlo a tener fe. Cristo sanó a mucha gente y llamó la atención porque los mandamientos de Dios son para bienestar de la humanidad. Los escribas y fariseos cambiaron la ley pues tergiversaron Nm 30:2; intentando dar la ofrenda a Dios no ayudaban a sus padres, y eso era inmoral. Jesús los denuncia por no honrar a Dios.

El Señor se admira ante la fe de la mujer cananea, que por su persistencia y fe, fue concedida su petición y su hija fue sanada. Tenga fe, Dios sana. Como  sanó a mucha gente para glorificar a Dios, y no hagamos como los “predicadores de la prosperidad” y los ministros falsos de Dios, que son alabados por lo que hacen; mejor alabe a Dios y ayude sin promoverse.

El milagro de los 4 mil alimentados, afirmó la fe de los discípulos y fue para servir y alimentar a los hambrientos. Sirva a Dios y ayude al necesitado. Ore seriamente por este Ministerio, que busca honrar a Dios.

No honre la muerte, ni al héroe, ni el milagro, sino al Señor. Mire a Jesús, Él es el Salvador, quien perdona al pecador, a Él sea la Gloria y el Honor...
  

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